Van der Poel: “No estoy tan fresco como en Italia”

Van der Poel se impuso en 2020. ©Getty

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) portará mañana el dorsal número 1 de la Vuelta a Flandes y lo hará, un año más, como uno de los grandes favoritos a conseguir el triunfo en De Ronde, un logro que le catapultaría en la historia del ciclismo al convertirse en el 18º corredor en conseguir ganar más de una vez en el Monumento flamenco y en el octavo en conseguirlo dos años consecutivos tras Fabian Cancellara (2013-2014), Stijn Devolder (2009-2008), Tom Boonen (2005-2006), Eric Lemarc (1972-1973), Fiorenzo Magni, único tricampeón consecutivo (1949-50-51); Achiel Buysse (1940-41), y Romain Gijssels (1931-1932).

Sin embargo, el corredor de Alpecin-Fenix asegura que no llega con la frescura que desearía para afrontar con las máximas garantías su segundo asalto a la Vlaanderen’s Mooiste. En una entrevista concendida a Wielerflits, el ganador de la Strade Bianche asegura que “todavía no he recuperado las piernas de antes del bloque italiano”.


Pese a ello, Van der Poel no considera que el pasado miércoles tuviera un mal día en la A Través de Flandes (1.WT). “Me encontré bien”, asegura. “Creo que ese día algo menos brillante tuvo que ver con la primera carrera con calor del año. No es que, de repente, fueran 25 grados, pero el cambio y la diferencia de temperatura fue repentino y grande. No fui el único que lo sufrió. No creo que se pueda sacar conclusiones de ello. Al menos, no es nada que me tenga que preocupar”.

Pese a esa explicación, Van der Poel sí da la razón a aquellos que detectaron un bajón en su rendimiento en el último test antes del segundo Monumento del año. “Puede ser que sí hubiera algo de eso. No tenía la mejor base cuando comencé la temporada, pero eso es algo que ya sabíamos que ocurriría y creo que hubiese sido suficiente para llegar a la París-Roubaix porque enseguida alcancé una buena forma. Sin embargo, las carreras italianas fueron bastante duras y difíciles. Si tienes que ir tan a fondo unas cuantas veces mientras tu base no es buena, todos saben que perderás algo en tu forma física”.

Un límite que Van der Poel alcanzó varias veces en tierras transalpinas, pero que llegó, quizás, a su máximo punto en la quinta etapa de la Tirreno-Adriático donde, reconoce, quizás se excedió. “Podría ser, pero conseguí la victoria. Un bonito premio de consolación. En cualquier caso, no me arrepiento de haberlo hecho y también me cuesta decir si me ha costado fuerzas. En las últimas carreras belgas todavía no he recuperado las piernas de antes del bloque con las carreras italianas”.

En realidad, hay que pensar que para Van der Poel la de 2021 es sólo su segunda temporada como corredor de ruta (casi) a tiempo completo, con todas las reservas que se le pueden poner tanto al calendario 2020, a su combinación con el ciclocross el pasado invierno y a su inminente marcha al BTT para preparar los JJOO de Tokio.

Por ello, tanto el corredor como su equipo siguen jugando al ensayo-error en su preparación. “Espero poder jugar un papel importante en la fase final de la Vuelta a Flandes, pero si ese no es el caso, tenemos que empezar a pensar en cómo deberíamos abordar esto en el futuro. Pero, de nuevo, no me arrepiento de haber tomado las decisiones que he tomado. Estoy muy contento con mi victoria en Strade Bianche, una que tenía muchas ganas de conseguir”.

Pese a todo, Van der Poel reconoce que llega a la Vuelta a Flandes con sensaciones encontradas. “Después de la Tirreno-Adriatico estaba un poco cansado, pero en el E3 Saxo Bank Classic me encontré mucho mejor. Como he dicho, el miércoles pasado el calor me jugó una mala pasada. Tengo la sensación de que las cosas no van tan bien como en el bloque italiano, pero tal vez vuelva a estar en buena forma el domingo. Desde el jueves sólo estoy entrenando un poco tras moto porque no creo que puedas cambiar mucho las cosas a tres días de la carrera”.

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