Van Looy, Rik II en la línea de sucesión

Rik Van Looy y su esposa en una imagen de archivo / © Belga

Rik Van Looy es el primero de la historia en ganar los cinco monumentos

A Rik Van Looy los libros de historia lo sitúan entre Van Stenbergen y Merckx.

Dicen además que no tiene la variedad del primero, ni la cantidad del segundo, pero a nadie se le escapa que el corredor que fue emperador nacido en Herentals es una de las referencias del arte de las clásicas cuando miramos qué debe hacer un grande en las carreras más inciertas del calendario.

Mal humorado, ambicioso sin raciocinio, Rik Van Looy trascendió como el primer corredor que aunó en el mismo palmarés los cinco monumentos.

“Ser generoso me hace débil” tenía por bandera, y plasmaba esa libertad en cada gran carrera que tomaba parte e incluso si no era grande, sólo así se podía superar las 370 victorias en 17 años, una cifra de leyenda que hablaba de un carácter alejado de la modestia y una compañía, su “guardia roja”, que causaba estragos entre rivales que no caían derrotados, sencillamente los dejaba agotados…

Bicampeón del mundo, Van Looy siempre tuvo una obsesión llamada Roubaix. Cuando la ganó por primera vez, no paraba de repetir “he ganado, he ganado” por el césped del velódromo más famoso del mundo. Rik vestía entonces el arcoíris, preguntado por su título mundial anterior, el de Herentals bajó a tono de anécdota la hazaña mundialista junto a la Roubaix que acababa de ganar.

LOS GANADORES DE LOS MONUMENTOS

Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor

 


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