Willy Van Roy: “Nys es el mayor pobre hombre que conozco”

Willy Van Roy_Overijse

Willy Van Roy preside el podio de Overijse en una imagen de archivo

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Ganó Van der Poel, el campeón del mundo. Lo hizo levantando la rodilla tal y como hace ya muchos años lo hiciera, en el velódromo de Roubaix, Johan Museeuw cuando se recuperó de una lesión –aquella más grave ya que a punto estuvo de costarle la amputación de la pierna– de rodilla y volvió, a lo grande, a uno de sus templos de gloria. Tras cuatro carreras en las que ha ido de menos a más, el holandés pudo, por fin, volver a saborear las mieles del triunfo. Y, por supuesto, que sea todo un portador del maillot arcoíris el que te gane una carrera que no está incluida en ninguna de las tres grandes challenges de la temporada debería de ser, por definición, un motivo de inmensa alegría para cualquier organizador.

Pero en los despachos de los responsables del Druivencross de Overijse no todo era alegría. Más bien, al contrario. Está considerado como uno de los eventos más importantes del calendario invernal. Su ubicación, en el centro mismo del ‘Planeta Ciclocross’ –el Brabante Flamenco– y su largo historial hacen que esta prueba se convierta en una suerte de peregrinación obligatoria para el buen aficionado.

Pero eso no sucedió. Hasta el más novato de los aficionados pudo comprobar ayer cómo el Druivencross ‘pinchó’ a la hora de atraer a la gente al circuito. Incluso en las carpas VIP, esas donde la mayor parte de las barrigas acuden por invitación, había enormes huecos vacíos y muchos barriles de cerveza sin desprecintar, algo que se reprodujo también en las cantinas para la plebe.

Los organizadores, claro, quieren quitarle hierro al asunto y lanzar el mensaje de que la ausencia del joven ídolo local Wout Van Aert y la de Van der Haar, en menor medida, son las responsables de que el público haya dado la espalda a la carrera, pero es inevitable que tras las declaraciones de Sven Nys ayer explicando los motivos de su ausencia, todas las miradas se posen sobre esa circunstancia.

La tensión se cortaba en el ambiente y cuando Willy Van Roy, presidente del comité organizador y un tipo de trato muy afable y cordial, salió a dar la cara ante la prensa y fue interrogado al respecto del bajón de público y su relación con la ausencia de Nys, simplemente estalló. “¿Cuánta gente nos ha costado eso?”, espetó de forma brusca y con cara de pocos amigos. “No lo sé porque no tengo las cifras todavía. Sólo sé con certeza que es escandaloso que Sven Nys no esté aquí. Para mí, es un pobre hombre. El mayor que conozco. Y no voy a decir nada más sobre este asunto”, cerraba mientras se llevaba el dedo índice a los labios y rubricaba su cabreada declaración con un sonoro “shhhh”.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*